domingo, 9 de enero de 2011

1:00 am

No es insomnio. Tampoco preocupación por los exámenes, aunque mañana me he prometido una continua jornada de estudio en una biblioteca, como los viejos tiempos en Zacut. 


No es insomnio.
Es alguien.


¿Adónde he llegado a parar?


No tengo claro lo que siento, y tampoco si merece la pena seguir pensando en esto. Quizás es mejor dejarse llevar y esperar a que el tiempo te dé alguna sorpresa. Al fin y al cabo eso es lo que todos esperan en la vida. Que en algún momento de tu aburrida rutina pase algo, o alguien, que la cambie por completo. 






















1:06.


























Contaré ovejas. A otros les funciona, ¿no?

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