lunes, 29 de noviembre de 2010

Soirée multicultural

Hubo de todo. Franceses, finlandesas, una marroquí, una polaca, un colombiano, un venezolano y españoles. Primera soirée en casa: Inmejorable.




Licores, humos y otros humos menos legales. Lo probamos todo. Incluso los nuevos idiomas. Festival Bar Bars, así que para el centro. Reggae, bière y risas. Mais il fait froid. A casa de un francés estudiante de ambientales y muy gentil. Más licores (incluso con nutella) otros humos y bailes fusión-flamenco con la música de unos Rodríguez y Gabrielle de fondo. Geniales. Pero el cansancio de 3 noches de soirées se acumulaba... 5 de la mañana. Ouf.




Hay que repetir. Pero este fin de semana no, porque toca Barcelona (y Yelle). Impaciente estoy.


viernes, 19 de noviembre de 2010

¿Pop... qué?

No hay nada como tener pocas expectativas para un jueves otoñal, y que de forma repentina vuelvas a contactar con gente de la cual pensabas que habías perdido el número. Los días aquí nunca dejan de sorprenderme. Hablamos francés con nativos, fuimos a una fiesta donde el sonido de las Grecas al ritmo de "te estoy amando locamente" hizo auténtico furor entre los franceses y acabamos en un bar clandestino donde me presentaron a una droga de la cual nunca había oído. Poppers.




Después de comprobar de forma indirecta en el ambiente cierto olor a pintura o pegamento, me di cuenta de que el olor salía de esta pequeña botellita que todos ansiaban tener. Tras aspirar unos segundos esa droga, todos mostraban una cara de relajación, de bienestar, que aún siendo tan prometedores los efectos, no me atreví a probar. Sin embargo, pronto aparecieron los efectos secundarios. Algunos se pusieron agresivos sin ton ni son, y otros empezaron a hablar con frases inconexas, con difícil vocalización. A pesar de esos impedimentos, recuerdo haber hablado sobre grupos como Phoenix, Justice o Yelle. Pero los efectos ya eran demasiados y "la bajona" llegó. On rentre à la maison. À la prochaine, mes amis.

domingo, 7 de noviembre de 2010

Noviembre

Empezar por salir al centro a sacar unas fotos y en definitiva dar un paseo, y acabar a las 2 de la mañana de cañas. Nunca pensé que pudiera pasar en Angers.


Sin embargo, con la excusa de tomar un café siempre se encuentra a gente agradable con la que hablar. Incluso si éstas hacen alarde de lo independientes que han sido durante toda su vida, y cómo se sacan sus castañas del fuego, yéndoles todo sobre ruedas, con sólo 22 años. Admirable, pero tampoco para tanto. Sin embargo, fue un buen comienzo de mes, el de aquella tarde-noche del 1 de noviembre.


El otoño ya ha entrado con fuerza, camuflado de invierno.
Empezaré a dejar la bici para dar paso al autobús. Y quizás ir un poco más a clase no estaría de más.


El próximo fin de semana estaré en Dublin.


Se preveen noches legendarias alrededor de una (o más) guinnes, visitas a reservas naturales, y acantilados que son verdaderamente "breath-taking". 







Suena mucho últimamente...