domingo, 11 de enero de 2015

Volver (con la frente marchita)


Lah nieveh del tiempo platearon mi sieeeen...


Hoy, domingo, retomo aquella vieja costumbre de escribir en un blog porque, seamos sinceros, a veces 140 caracteres no son suficientes para quejarse de la mierda de mundo en el que vivimos.

[Un mundo de mierda, que no una vida de mierda. La vida es maravillosa, increíble, pero el mundo, ay, el mundo es una real mierda]

Todo a peor de hace dos años para acá, que fue cuando escribí mi última entrada. Muchos cambios en lo personal y poco en lo académico y laboral (bref) pero este año quizás demos la vuelta a la tortilla del mundo. Espero un giro de muñeca por parte de los chefs del mundo que, aunque otros quieran imponerse, han sido y seguirán siendo los ciudadanos.

Porque este año tengo esperanza en ese cambio, el αλλαγή que dirían en Grecia (eso sí es cambio y no lo de "crisis"), que ya hace falta, después de tanto sufrimiento. Quizás no cambie nada, quizás nos vamos aún más a la mierda, pero, eh, la ilusión de estos próximos meses, lo que se alza el alma cuando escuchas la verdad, la esperanza, el ansia de cambio, eso no me lo quitarán. Y si luego viene el bajón, pues con eso me habré quedado, con una montaña rusa de emociones.

Si nos vamos más a la mierda, bueh, siempre podremos coger el cuchillo y hacer alguna locura. Se podrá alegar enajenación mental, digo yo.