domingo, 30 de enero de 2011

Vive la France.

Celebración del cumpleaños. Apéro chez Guillaume mientras esperamos a que haya sitio en el restaurante de tapas. Calor, tapitas, dos botellas de vino. ¿Okapi o Jacaré? Okapi. Electro minimal. Ouf. On change. Jacaré. Soirée de Reggae y Drum&Bass... bailes, calor. Busca la sortie. Tomar el aire, conocer a nueva gente y volver a entrar. Encontrarse con Camille, la dueña de la casa de los franceses "fous". Salir otra vez. Mal rollo en el ambiente, nos vamos todos. Miradas que todos sabemos lo que quieren decir... "on rentre à la maison, et, bon...". La mitad se va. Trabajo, estudios, cansancio. Por una razón u otra, quedamos Andrés, Bastien, Mar y yo. Espera, esos que están ahí no son... mais oui... ¡Los franceses de la casa-museo que hacen Beaux Arts!. 


Sí, volvimos a aquél maravilloso lugar...


Cervezas, billar, charlas... vienen un francés-colombiano con dos amigas. Miradas. Insinuación. Peut-être... ?
Salsa. Bailes. Flamenco. "Ta douleur", de Camille, versionada por nosotras. "Elles sont folles les espagnoles!".

Demasiado CH3-CH2-OH en el cuerpo.






Nos vamos a casa, à la prochaine Geoffray et les autres. Gracias por el dibujo en el brazo...
¿A tu casa? ¿A su casa? Tengo hambre. Domingo, 6:49 am. No hay nada abierto. Ven a casa que tenemos un buen plato de pasta.
Et patati, et patata... The Wombats, Phoenix, The Pierces sonaron. Mar se va a dormir. Yo... bueno... puedes quedarte a dormir. Estamos muy cansados. Amanece... hay luz... cada vez más... Apaga la luz... Y ocurrió.  


Francia y Colombia en una misma persona. Pelo funky, ojos oscuros, orejas pequeñas. Es un secreto.




Gran, gran celebración.




















[¿Sabes bailar un vals?]


Un, dos, tres ; un, dos, tres ; un, dos, tres.











viernes, 28 de enero de 2011

Borrón. Cuenta nueva.

29 días desde el comienzo del nuevo año, y tantas cosas han pasado en este tiempo. Olvidémonos de aquellos asuntos que me quitaban el sueño (aquél asunto...) porque, sinceramente, ya no me lo quita. Es más, alguien me lo ha quitado, ya que lo menciono. Era un simple capricho. Una tonta suposición. Una ingenua interpretación. Y se supone que ese va a ser mi trabajo, interpretar... pues he hecho un buen comienzo. 


Bref, que dirían los franceses.


El lunes fue el vigésimo aniversario de mi llegada a este mundo, y mis amigos me dieron una gran sorpresa... se las ingeniaron para conseguir pastelitos a las 00:00 del 24 de enero del 2011. Un domingo. Cómo no.
No lloré por poco. Me felicitaron en dos lenguas, y un dialecto colombiano. Soy afortunada.


La soirée de celebración aún ni siquiera está planeada... aunque les descubrí la sorpresa, algo se hará. 


Y sigo con las soirées internacionales (mi mejor método para aprender francés, y no el de "aprenda inglés con 100 palabras", eso no tiene futuro). El vino y la música son el mejor método para comenzar a dialogar. De lo que sea. 








Hoy he comprado una planta. Recuerdo haber visto una película donde los pacientes que supuestamente se habían recuperado de una depresión, compraban, primero, una planta y debían cuidarla. Luego, un animal. Luego, una vez hubieran tenido éxito en el cuidado de ambos seres, estarían preparados para mantener una relación con una persona. A alguno se le murió la planta, y echó a llorar desconsoladamente. 


A veces no soy capaz ni de cuidarme a mí misma... así que a una planta... todo ha sido idea de Mar. 


Mar, "comme la mer" (hágase el gesto de una ola con la mano).


Bostezo.
Sueño. 
À plus.

domingo, 9 de enero de 2011

1:00 am

No es insomnio. Tampoco preocupación por los exámenes, aunque mañana me he prometido una continua jornada de estudio en una biblioteca, como los viejos tiempos en Zacut. 


No es insomnio.
Es alguien.


¿Adónde he llegado a parar?


No tengo claro lo que siento, y tampoco si merece la pena seguir pensando en esto. Quizás es mejor dejarse llevar y esperar a que el tiempo te dé alguna sorpresa. Al fin y al cabo eso es lo que todos esperan en la vida. Que en algún momento de tu aburrida rutina pase algo, o alguien, que la cambie por completo. 






















1:06.


























Contaré ovejas. A otros les funciona, ¿no?

sábado, 8 de enero de 2011

Plan (¿tranquilo?)

Época de exámenes, y parece que una no aprende. Soirées día sí y día también. Me queda el consuelo de que no paro de hablar y escuchar francés, algo es algo. Ayer volví a ver a la mayoría de los franceses presentes en la gran soirée donde conocí a los que ahora son mis amigos gabachos más cercanos. El parisino que amaba los clásicos, el bajito y simpático, el bajito e interesante estudiante de ambientales con una voz que tranquilizaría a la persona más hiperactiva del mundo... Todos con una faz muy francesa. Esa nariz sobresaliente y algo torcida es genial.


Sin embargo me desconcierta mucho la situación con el "conquer", que alguno diría. La timidez extrema es un problema, hoy y siempre. Pero resulta también excitante. Sin embargo la frustración de no saber lo que le pasa a alguien por la cabeza me mata. Cierto líquido tendrá que funcionar como hilo conductor hacia un final que todos conocemos, pero que no sabemos cuándo llegará. No quiero obsesionarme tampoco. Me lo tomo como un juego, pero en el cual me gustaría saber las reglas. En fin. Algún día. 


También hay otros con los que estoy segura que me desahogaría. Sobre todo porque están necesitados, muy necesitados. Aunque no se dará el placer de forma tan gratuita... ¿qué fue de las conquistas imposibles?.


Hoy, plan tranquilo (en un principio) aunque todos sabemos que eso al final muy pocas veces se cumple. Esta vez, más me vale. Peli y cervezas en casa del colombiano. Que dios me ampare. (?).

lunes, 3 de enero de 2011

De vuelta (y vuelta)

Nuevo año, nuevos aires.


2011, nada menos. Tengo muchas expectativas para este año, pero tengo que decir que los años impares nunca me han traído buenas cosas... más bien se las han llevado.


No hay nada más triste que una nevera vacía... así que hoy ha tocado hacer la compra. Después de haber estado dos semanas totalmente desconectada de Francia y todo lo que la involucra, mi acento español al hablar el lenguaje gabacho se ha notado más que nunca. Lo que no ha cambiado ha sido el entusiasmo y ese melódico sonido que te desea los buenos días y te dice "adiós, que tenga un buen día". La verdad es que una se siente a gusto aquí.






Volverán las soirées, las quedadas, los largos paseos por el centro de Angers y las clases en la facultad.